HIJOS DE LA CASA —En esta serie estudiamos lo que significa ser un hijo desde dos perspectivas: 1) La familia de Dios, donde todo el que recibe a Jesucristo como Señor viene a ser hijos de Dios; y 2) La iglesia local, la cual funciona como una familia extendida para quienes participan de ella.
(por Yhojaira Martínez)
Un hijo de la casa [un hijo de Dios] está atento a todo lo que Dios le ha dicho. Por eso estudiamos la Biblia, pero seguramente alguna vez nos preguntamos ¿Por qué es tan difícil recordar, y aún más, aplicar los principios que leemos y escuchamos?
Jesús dijo que tan pronto la semilla de la palabra de Dios es sembrada en nuestros corazones, Satanás viene a quitarla para que no eche raíces ni se fructifique en nuestras vidas. (Marcos 4:15). Ejemplos de esto son las discusiones de camino a casa, o los problemas en el trabajo que nos alteran.
En Efesios 6:12 se nos habla de una lucha que tenemos. La buena noticia es que no estamos solos en medio de ella. Aunque el Mesías ascendió al cielo, no nos dejó huérfanos en la Tierra ¡Envió al Consolador!
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. —Juan 14:26 NVI
El Espíritu Santo es quien nos guía en medio de cualquier lucha y hace posible que la palabra dicha por Dios fructifique en nuestras vidas. Es por él que tenemos certeza del cuidado divino y nuestra identidad en Dios.
El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. —Romanos 8:16 NVI
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