miércoles, 29 de abril de 2015

La lengua: La herramienta principal

Este artículo es parte de la serie "Ministerio Musical: Propósito y Herramientas"

(Por Yhojaira Rodríguez Martínez)

Algo que nos distingue de otras criaturas es nuestra capacidad de hablar, de comunicarnos. La lengua tiene un papel determinante en nuestra vida cotidiana ¡y en nuestra vida espiritual!

Como servidores dentro del Ministerio Musical la usamos para cantar y alabar a Dios, y para edificar al Cuerpo de Cristo. Sin embargo, a veces podemos estar usando esta herramienta incorrectamente.
Pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.
Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.
—Santiago 3:8-11 NVI

Una lengua sin control hace mucho daño. Suelta palabras sin medir las consecuencias, destruye amistades, matrimonios; genera mentiras, insultos, heridas y desprecio.

Jesús dijo que de la abundancia del corazon habla la boca (Mateo 12:34). Para dominar la lengua tenemos que revisar nuestro interior (💓), y esto lo logramos con la ayuda del Espíritu Santo.

Después de que nuestra abundancia sea cambiada, transformada y renovada; nuestra boca hablará tolerancia, paciencia y aceptación, en vez de desprecio; humildad, perdón y amor, en vez de orgullo, odio y venganza.

Si nuestro interior habla así, quienes nos escuchan sabrán que tenemos paz y procuramos la unión entre los hermanos. Si la palabra de Dios mora en nosotros usaremos nuestra lengua para edificar relaciones y no para destruirlas, enseñando, corrigiendo y animando.


4 CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA.
  • Pensar antes de hablar.
  • Aprender y practicare el ver a los demas como Dios los ve.
  • Hablar la verdad en amor.
  • Exhortar proféticamente a otros con palabras que les edificaran.
Una de las cosas que sucede en el hombre cuando está lleno del Espiritu Santo no es que hable en lenguas, sino que aprenda a detener la lengua que ya tiene. —J. Sidlow Baxter

miércoles, 15 de abril de 2015

Ministerio Musical «a lo David» 📖

Este artículo es parte de la serie "Ministerio Musical: Propósito y Herramientas"

(Por Zabdiel David)


Uno de los períodos más apasionantes en la narración bíblica es la de monarquía en Israel. Me interesa mucho porque fue durante esta época cuando se escribió gran cantidad de los Salmos que hoy día nos reconfortan en nuestros devocionales, y hasta cantamos en las iglesias —con nuestras propias melodías, claro está.

De allí se desprenden conceptos como el del Tabernáculo de David, muy en boga en los equipos de alabanza. Pero ¿de qué se trataba realmente? ¿era la iglesia de la época? En realidad no, pero tenía mucho que ver con lo que hoy día hacemos en la iglesia, o mejor dicho como iglesia.

Para ser específicos en la tarea que asume el ministerio musical, tomamos como referencia el Tabernáculo de David. Al respecto la Escritura nos dice:
“Para el ministerio de la música, David y los comandantes del ejercito apartaron a los hijos de Asaf, Hemán y Jedutún, los cuales profetizaban acompañándose de arpas, liras y címbalos. Ésta es la lista de los que fueron apartados para el servicio:
De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela. A éstos los dirigía Asaf, quien profetizaba bajo las órdenes del rey.
De Jedutún, sus seis hijos: Guedalías, Zeri, Isaías, Simí, Jasabías y Matatías. A éstos los dirigía su Padre Jedutún, quien al son del arpa profetizaba para dar gracias y alabar al SEÑOR.
De los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Jeremot, Jananías, Jananí, Eliatá, Guidalti, Romanti, Ezer, Josbecasa, Malotí, Hotir y Mahaziot. Todos éstos fueron hijos de Hemán, vidente del rey, y con la palabra de Dios exaltaban su poder. Dios le dio a Hemán catorce hijos y tres hijas
Su padre los dirigía en el culto del templo del SEÑOR, cuando cantaban acompañados de címbalos, liras y arpas. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo las órdenes del rey. Ellos eran en total doscientos ochenta y ocho, incluyendo a sus demás compañeros, y habían sido instruidos para cantarle al SEÑOR” —1 Crónicas 25:1-7 NVI

De este texto sacamos principios valiosísimos que enmarcan el propósito y dan guía para el funcionamiento de un equipo de alabanza:
  • Profetizar bajo las órdenes del rey. “Profetizar” tiene que ver con compartir el fuego que Dios ha puesto en uno. No necesariamente tiene que ver con predecir acontecimientos futuros, aunque no se descarta que Dios quiera comunicar alguna instrucción específica a su iglesia. “Bajo las ordenes del rey” implica que los miembros del Equipo están sujetos a la autoridad puesta por el Señor (el pastor y los lideres de la iglesia), a quien se le debe lealtad y amor en Cristo.
  • Profetizar para dar gracias y alabar al SEÑOR. El ministerio musical es una voz que se eleva al cielo, invitando al resto de la asamblea de redimidos a agradecer la bondad de Dios y contar sus maravillas.
  • Exaltar el poder de Dios con Su Palabra. Toda declaración del Equipo debe estar fundamentada en la Palabra de Dios, con la finalidad de dar a conocer Su Poder y Excelencia.
“El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales” —Efesios 3:10-11 NVI
  • El ministerio musical funciona como punta de lanza para la Iglesia, que declara con cánticos la grandeza de Dios.
  • Ser instruido para cantarle al SEÑOR. El Dios Excelente merece que le sirvan con excelencia. Cantarle a Dios es todo un arte y guiar a otros a hacerlo amerita esfuerzo, dedicación, devoción a Dios y a su pueblo. Mientras mejor nos preparemos, más herramientas le damos al Espíritu Santo para comunicar su mensaje a los creyentes, y a los que han nacer de nuevo.
    El salmo 33:3 en la NVI dice: “Cántenle una canción nueva; toquen con destreza...”


#ElTabernáculodeDavid "no es un estilo musical, sino un modelo para que el resto de los hombres busque al SEÑOR"@marcosbrunet #Insaciables
Posted by Zabdiel David on Friday, September 19, 2014

miércoles, 1 de abril de 2015

Aprendiendo sobre: Adoración

Este artículo es parte de la serie "Rudimentos de AA".

(Por Yhojaira Martinez)

En el post anterior definimos lo que es alabanza. Hoy nos sumergimos en las profundidades de la adoración.

Adorar: (Del latín Adorare) 1. Reverenciar con sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como cosa divina. 2. Reverenciar y honrar a Dios con el culto religioso que le es debido. 3. Amar con extremo.

La palabra hebrea para adoración es shajah significa "adorar, bajarse, postrarse, inclinarse". Es la palabra utilizada en Éxodo 34:6- 8; 1 Samuel 15:24-25; Jeremías 7:2.

El griego proskuneo, que signifca "hacer reverencia, dar obediencia", es la palabra que se usa frecuentemente en el NT para traducir adorar. Algunos ejemplos: Mateo 4:10; Juan 4:21-24; Apocalipsis 4:10.

Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. —Juan 4:23-24 (NVI)
La adoración viene de Dios hacia nosotros (él Padre busca que le adoremos) y de nosotros vuelve a Dios (como una ofrenda voluntaria). Mi definición personal de adoracion es esta: un estilo de vida que refleja lo que esta en nuestro corazón. —Por eso es tan importante cuidar nuestro corazón, nuestro instrumento.

También puede expresarse con una postura física: inclinando la cabeza o el cuerpo, arrodillarse postrarse ante el Señor. Si la adoración es sincera y humilde irá mucho mas alla de cantar o hablar con Dios. Moisés bajo la cabeza y adoró (Éxodo 34:8). Josué adoró postrándose en tierra,  (Josué 5:14). Muchas veces las palabras no son necesarias, hay un silencio total cuando lo interno de nuestros corazones se derrama delante de Dios.

La adoración se convertirá en una actitud de nuestra propia naturaleza expresada al tener contacto con otros. Por ejemplo seria cuando le damos un abrazo alguien y transmitimos todo lo que fluye de nuestra relación con el Padre (en la intimidad).

En espíritu y en verdad
La frase "adorar en espíritu y en verdad" se refiere es a que nuestro espíritu lo realice del interior del corazón, y además con un corazón sincero, ajustados a las enseñanzas y principios de Dios. Esta adoracion es la aceptable a Dios (Salmo 51:16-17)

No debemos rendir adoracion a:

  • Los hombres (Hechos 14:11-15)
  • A dioses falsos e imágenes (Éxodo 20:3-6; Romanos 1:24-25)
  • A otras criaturas (Apocalipsis o 14:9-11; Mateo 4;10)


Cuando adoramos ofrendamos nuestras vidas a Dios (Génesis 22:5; Sofonías 3:10). Nuestra ofrenda debe ser de olor grato (Efesios 5:2). En este tiempo hemos entendido que nosotros somos un sacrificio vivo para Dios (Romanos 12:1).

Por último adoración es servicio, por eso la Palabra declara que "a Él solo adorarás y a Él servirás"(Mateo 4:9-10)


Diferencias entre Alabanza y Adoración

  • La alabanza se enfoca en proclamar las obras de Dios, la adoración se enfoca en su persona.
  • La alabanza es iniciada por nosotros, la adoracion es iniciada por el Espíritu de Dios (que mora en nosotros) en respuesta a la presencia divina.
  • Alabar es buscar a Dios adorar es ser encontrado por Dios.



Para profundizar en el tema de la adoración, recomendamos esta enseñanza: