lunes, 18 de julio de 2016

Humildad 🙏

Este artículo es parte de la serie "Ministerio Musical: Propósito y herramientas"

(Por Antonio Rangel)

No existe en el griego una palabra que, expresamente, designe el concepto cristiano de la humildad. Por ello la Escritura debe recurrir a las imágenes del siervo, el pobre y el niño.


Tapeinophrosune es la palabra griega que en el Nuevo Testamento se traduce como "humildad"Tapeinos podría ser traducido como bajo, poco elevado, pequeño; estrecho, insignificante, pobre, débil; humilde sumiso, modesto... entre otros términos.

La humildad, en primer término, se opone a la rivalidad y a la vanagloria. En la cultura en que vivimos se exalta la competencia, cada persona trata de superar al otro para obtener mayores ganancias, más poder, o, de cualquier manera, una mayor aceptación social. La rivalidad supone subir siempre un escalón, a costa o en detrimento del otro; esto sucede porque nosotros creemos siempre que somos más importantes que los demás.

Cuando somos humildes, consideramos a los demás como más importantes, lo cual nos lleva dos cosas:
  1. Priorizamos lo que hacemos, sentimos y pensamos en beneficio del otro
  2. Creemos que el otro es tan importante y digno que es capaz de darnos algo que valga la pena. Aceptamos lo que nos ofrece, y al aceptarlo, lo aceptamos a él mismo.
Priorizar al otro implica a estar dispuesto a sufrir, para que el otro no sufra. Esta es la diferencia entre ser humilde y ser masoquista. El segundo pone la mira en si mismo y sufre por sufrir; el primero acepta el dolor, porque considera al otro más importante.

Debemos ser humildes porque Jesús lo fue. A través de la lectura de Filipenses 2:3-11 podemos valorar lo que Cristo hizo por nosotros en toda su magnitud. Aquí Cristo se humilló (v. 8), despojándose así mismo de su divinidad y convirtiéndose en siervo (esclavo) por amor a nosotros (vv. 6-7).

Jesús decide despojarse de su condición divina, no porque fuera un amante del dolor, sino precisamente por lo contrario: porque quería redimirnos del dolor.

La humildad es la plenitud del amor. El amor lo da todo, porque quien ama cree que es suficientemente rico para dar. El que se humilla pone al otro como lo más importante de la vida, porque se siente lo suficientemente pobre para acogerse a sus designios.

A veces pensamos que la humildad es una especie de falsa modestia donde el implicado se cree artificialmente pequeño. Pero la humildad no es un delirio de pequeñez; es por el contrario, asumir en plenitud el sentido de la realidad. Por último diremos que Dios tiene de lejos al soberbio, pero de cerca al humilde.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El espíritu de orfandad

(Por Lina Gabriela Díaz)

Hay un espíritu de orfandad que está afectando a la iglesia el día de hoy. Un espíritu que nos hace dudar de que somos hijos, parte de la familia. Como consecuencia, encontramos personas dolidas, que no perdonan a sus hermanos, que se dejan de hablarse o saludarse, y que se van de la casa (iglesia local) a otro ante el primer jalón de orejas se van de la casa y no vuelven.

¿Qué factores influyen en nuestra permanencia en casa? Alguno dirá: "Porque me gusta la música",  "Porque venden buena comida", "Porque el pastor es muy chistoso". Esto no es necesariamente malo, pero no debe ser el fundamento por el cual quedarnos en una iglesia.
Uno va y es plantado en un lugar porque el espíritu de orfandad fue quitado y ahora tenemos un Padre, una familia, un hogar.
Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! —Romanos 8:15 (RV60)
Ser huérfanos es semejante a la esclavitud. Todo lo contrario cuando somos hijos: ¡Somos libres!
Y nuestro comportamiento es diferente.


HONRA A LA CASA 
Honramos y mostramos lealtad a la casa de Dios porque allí está su presencia. Honra es valoración, estima, respeto; no es solo decir cosas bonitas... ¡Es no tratar algo como ordinario o común!
Este pueblo con labios me honra pero su corazón está muy lejos de mí. —Mateo 5:18 RV60
Pregúntate a ti mismo: ¿Honro a mi padre espiritual? ¿Honro la casa de Dios?  ¿Honro a mis hermanos?


CÓMO SURGE LA HONRA
  1. La honra surge cuando desecho el espíritu de orfandad y sé que soy acepto en Jesucristo.
  2. La honra surge en el temor a Dios, cuando lo busco y estoy en intimidad con El (1 Pedro 2:17).
  3. Debemos aprender a honrar a todos por igual a nuestros padres físicos, como los espirituales esto también es un mandamiento del Señor.
  4. Honramos con nuestros bienesEl Señor nos ha dado todo nuestro deber es honrar a Dios del fruto de su bendición. Aplicando esto en nuestras vidas desechamos la miseria y la dependencia al dinero, y a la vez cuidamos de nuestra casa espiritual.
Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto.Proverbios 3:9-10 RV60
Aplicando estos puntos de la honra funcionaremos como familia... ¡Como cuerpo!

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Derechos de los hijos de Dios

HIJOS DE LA CASA —En esta serie estudiamos lo que significa ser un hijo desde dos perspectivas: 1) La familia de Dios, donde todo el que recibe a Jesucristo como Señor viene a ser hijos de Dios;  y 2) La iglesia local, la cual funciona como una familia extendida para quienes participan de ella.

(Por Amith Montaño)

¿Qué es ser un hijo de Dios?
En Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

Un hijo o hija de Dios es aquella persona que ha tomado la decisión de confesar a Jesucristo como Señor y Salvador. De modo que que pertenecemos a la familia de Dios, y junto con los deberes, tenemos derechos. Tomemos como referencia el Salmos 23 y veamos algunos de estos:
  1. La protección (v. 4) "No temo peligro alguno porque está a mi lado". Este esun derecho que se le otorga a todo de hijo de casa. En todo buen hogar o familia, el padre se preocupa en darles protección a sus hijos. Ahora cuanto más lo hará nuestro padre celestial. Quién sabe de cuantos peligrosos nos habrá librado y de cuantos más nos librará. El Padre siempre está atento a cada paso que damos para que no nos pase nada malo y manda sus ángeles a protegernos. Aunque a veces como hijos seamos tercos y con ciertas decisiones intentemos salir de su protección Él siempre nos protegerá.


  2. La provisión (v. 1) "El SEÑOR es mi pastor, nada me falta". Tenemos un Padre que está consciente de que tenemos necesidades, y se vale de diversos medios o circunstancias para hacernos llegar lo que necesitamos. Aun hasta las cosas más “insignificantes” son una provisión directa de nuestro Padre. Reconoce que así es. Y si aún no tienes lo que necesitas, pues algo te está queriendo enseñar por medio de esta situación.

  3. La herencia (v. 6) "En la casa del SEÑOR habitaré para siempre". Tal vez aquello por lo que podemos estar más agradecidos con nuestro Padre, es por la herencia eterna a la que tenemos derecho... aún sin merecerlo. Sabemos que cuando muramos a la vida terrenal, tenemos una casa no hecha de manos, sino eterna en los cielos.

  4. La disciplina (v. 4) "Tu vara de pastor me reconforta". Así como en toda familia hay hijos buenos e hijos malos, hijos necios e hijos entendidos, así sucede también en la familia de Dios. Si un hijo tiene que ser disciplinado, no es con el propósito de destruirlo sino para encauzarlo en la senda correcta. Dios, como Padre bueno, nos hace entender primero con advertencias cuando transitamos por malos caminos, pero si aun así no las seguimos, entonces vienen reprensiones más fuertes.

  5. La instrucción (v. 1) "En verdes pastos me hace descansar". El Padre desea que conozcamos la verdad y la pongamos en práctica, nos la enseña por medio de su Palabra. Por tal razón nos la ha revelado para que al meditar en su contenido recordemos sus enseñanzas, y vivamos por ellas. Hay que darle gracias al Padre por sus valiosas enseñanzas. Darle gracias por darnos esas palabras específicas que diariamente sabe que necesitamos y por su instrucción constante. Como hijos aprovechemos la enseñanza diaria que nuestro Padre nos ofrece.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Deberes de los hijos de Dios

HIJOS DE LA CASA —En esta serie estudiamos lo que significa ser un hijo desde dos perspectivas: 1) La familia de Dios, donde todo el que recibe a Jesucristo como Señor viene a ser hijos de Dios;  y 2) La iglesia local, la cual funciona como una familia extendida para quienes participan de ella.

(Por Harold Rentería)

Como hijos de Dios sabemos que tenemos deberes cumplir todo el tiempo —los mandamientos que Dios ha ordenado en el Antiguo y el Nuevo Testamento.

Jesús resumió estos deberes (mandamientos) en "dos más importantes":
Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. —Mateo 22.34-40

Como hijos de Dios, embajadores del reino de Dios, y servidores que somos, también debemos de cumplir con algunos deberes específicos que nos permiten estar conectados con el cielo: Oración, ayuno, santidad, adoración, intercesión, vigilia, diezmo, evangelismo, lectura de la biblia.

También hay ciertos comportamientos que como hijos de la casa tendríamos que agregar esta lista deberes:
Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos. Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar. Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. —Colosenses 4:1-6 (RV60)
Enumerados (y en una forma activa) estos deberes van así:

  1. Dar [buen] testimonio (v. 5)
  2. Aprovechar el tiempo (v. 5)
  3. Expresarnos bien (v. 6)
  4. Hablar de cosas buenas (v. 6)
  5. Prepararse bien (v. 6)

miércoles, 19 de agosto de 2015

Características de los hijos de Dios | Serie: Hijos de la casa

HIJOS DE LA CASA —En esta serie estudiamos lo que significa ser un hijo desde dos perspectivas: 1) La familia de Dios, donde todo el que recibe a Jesucristo como Señor viene a ser hijos de Dios;  y 2) La iglesia local, la cual funciona como una familia extendida para quienes participan de ella.

(Por Carlos Rincón)

Nuestro Ministerio Musical está conformado en su mayoría por extranjeros. Aunque tengamos varios años en Curaçao, aún conservamos la cultura y ciertas costumbres de la nación donde provenimos. Igualmente los hijos de la casa nunca pierden su identidad, son aquellos que no se olvidan de sus raíces y que mucho menos se avergüenzan de decir a que familia pertenecen.

Al decir hijos de la casa damos por entendido que esta fue fundada o constituida por una Padre y una madre, y que a su vez los hijos son levantados conforme a las enseñanza de de esos padres, en nuestro caso como hijos de Dios estamos llamados a reflejar su reino y su luz conforme a la enseñanza en su palabra.
Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. 3 Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo, así como él es puro. —1 Juan 3 : 2-3 NVI


CARACTERÍSTICAS DE LOS HIJOS DE DIOS

A. Guardan los mandamientos de Dios (1 Juan 5:1-3).

  1. El ser "nacido de Dios" supone mucho más que simplemente aceptar el hecho de que Jesús es el Hijo de Dios.
  2. Los hijos de Dios tienen una fe activa y obediente.


B. No practican el pecado (1 Juan 3:9).

  • Como cristianos, puede que pequemos de vez en cuando pero no debemos quedarnos en ese estado. Los verdaderos hijos de Dios no son indiferentes al pecado ni intentan justificarlo.


C. Son guiados por el Espíritu (Romanos 8:14).

  • Somos guiados por el Espíritu Santo solamente cuando nos sometemos humildemente a sus instrucciones (Efesios 6:17).


D. Son pacificadores (Mateo 5:9).

  1. Los hijos de Dios no predican una paz entre los hombres (Mateo 10:34-36)
  2. En vez de esto, su deseo más grande es anunciar la paz que Dios ofrece al pecador a través del evangelio.


E. Aman a sus enemigos (Mateo 5:44,45).

  • El amor verdadero no consiste simplemente en abrazos y besos sino más bien en querer lo que es mejor para el otro. Desde luego, lo mejor que podemos desear para nuestro enemigo es que conozca la verdad y sea salvo.


F. Se parecen a su padre  (Gálatas 5:22-23)

  1. Cuando nace un bebé todos los padres se ponen contentísimos al darse cuenta de que su niño se les parece. La madre exclama: ¡Tiene mi nariz! y el padre dice: ¡Tiene mis ojos! Esto es motivo para regocijarse.
  2. De igual manera, Dios se regocija al ver que Sus hijos le parecen. 


Como ministerio musical, una punta de lanza (ministerio visible) de nuestra congregación tenemos que reflejar que somos hijos de Dios, en la congregación, con nuestras actitudes , con nuestro comportamiento, con nuestra participación en el grupo, con lo que cantamos, pero más aún cuando estamos afuera en las calles debemos guardar nuestro testimonio. 

CONCLUSIÓN
Hay una herencia en el cielo para cualquiera que la desee pero primero es necesario ser hijo fiel para tener derecho a ella (1 Pedro. 1:3-5).

miércoles, 12 de agosto de 2015

Hijos de la casa

HIJOS DE LA CASA —En esta serie estudiamos lo que significa ser un hijo desde dos perspectivas: 1) La familia de Dios, donde todo el que recibe a Jesucristo como Señor viene a ser hijos de Dios;  y 2) La iglesia local, la cual funciona como una familia extendida para quienes participan de ella.

(por Yhojaira Martínez)

Un hijo de la casa [un hijo de Dios] está atento a todo lo que Dios le ha dicho. Por eso estudiamos la Biblia, pero seguramente alguna vez nos preguntamos ¿Por qué es tan difícil recordar, y aún más, aplicar los principios que leemos y escuchamos?

Jesús dijo que tan pronto la semilla de la palabra de Dios es sembrada en nuestros corazones, Satanás viene a quitarla para que no eche raíces ni se fructifique en nuestras vidas. (Marcos 4:15). Ejemplos de esto son las discusiones de camino a casa, o los problemas en el trabajo que nos alteran.

En Efesios 6:12 se nos habla de una lucha que tenemos. La buena noticia es que no estamos solos en medio de ella. Aunque el Mesías ascendió al cielo, no nos dejó huérfanos en la Tierra ¡Envió al Consolador!
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho. —Juan 14:26 NVI

El Espíritu Santo es quien nos guía en medio de cualquier lucha y hace posible que la palabra dicha por Dios fructifique en nuestras vidas. Es por él que tenemos certeza del cuidado divino y nuestra identidad en Dios.
El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. —Romanos 8:16 NVI

miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Homogéneo o Heterogéneo?

Este artículo es parte de la serie "Ministerio Musical: Propósito y herramientas"

(Por Zabdiel David)

Para definir lo que es homogéneo y heterogéneo podríamos consultar el diccionario de la RAE, o simplemente mirar en un diccionario de sinónimos y antónimos. En esta ocasión haremos lo segundo.
Homogéneo: igual, indiferenciado, uniforme, semejante, similar, idéntico.
Heterogéneo: diverso, variado, híbrido, mezclado, distinto, múltiple. 
Diccionario de sinónimos y antónimos © 2005 Espasa-Calpe
Todos estos adjetivos ya nos dan bastante claridad sobre los términos. Ahora yo me pregunto: ¿Es la iglesia un ente homogéneo? ¿Lo es el ministerio musical?


Definitivamente, el Cuerpo Cristo está compuesto por creyentes de todas las nacionalidades, etnias y épocas. Aún hablando solo de las iglesias locales, encontramos que hay diversidad de clases, edades y trasfondos, como iglesias hay.

El ministerio musical, en cierta medida, debe representar esta diversidad propia de las congregaciones. Esto ayuda a comunicar y conectarse con mayor eficacia a la mayoría (si no a la totalidad) de la feligresía.
De acuerdo con 1 Crónicas 25:8 los músicos y cantores organizaban sus turnos sin hacer distinción entre menores y mayores, ni entre maestros y discípulos. Esto habla de, por lo menos, diversidad generacional y de preparación.

Un equipo heterogéneo en cuanto a la edad, nivel académico y gustos (musicales, en este caso) de sus miembros, sin duda puede generar ciertos dolores de cabeza al liderazgo. Con frecuencia se generan tensiones propias de la variedad de personalidades, y es imperativo lidiar con ello. Entonces ¿qué tipo de liderazgo ejercer en un ambiente así?

Un líder democrático constantemente aplastará a la minoría —Hasta que otras personas de opinión contrarias se anexen y se vuelva la nueva mayoría—. Un líder autoritario se sirve a sí mismo, a sus gustos y necesidades. El buen líder no tratará de complacerlos a todos (tal vez sea imposible), pero intentará que todos se comprendan y toleren. Encontrará áreas comunes en las que todo el equipo pueda edificar algo significativo, e inteligible (comprensible, accesible) para todos, inclusive la congregación.